¿El que no haya una garantía plena de alcanzar un acuerdo es razón suficiente para no intentar la mediación?

Hemos señalado la importante proporción de mediaciones que concluyen en un acuerdo solucionador del conflicto. Es cierto que en determinadas situaciones, como la que se da cuando una de las partes quiere incumplir de mala fe sus obligaciones, o si desea utilizar su posición para bloquear la solución con ánimo de dañar a las demás, la mediación encuentra sus dificultades, aunque no se haga imposible. En ocasiones no será por ello el método idóneo.

Sin embargo existen formas de atenuar estos inconvenientes y desincentivar la mala fe o la voluntad de bloqueo y favorecer la solución mediada. Una de ellas, muy efectiva, es la introducción de cláusulas escalonadas en los contratos, por las que se prevea una mediación en caso de disputa y, caso de no resolverse ésta en su totalidad por esta vía, establecer un arbitraje, que puede ser además de procedimiento abreviado.

La posibilidad de que esa parte sea condenada en pocos meses en ese arbitraje con la imposición de costas en un laudo ejecutivo, con la pérdida total del control de la solución, tiene mucha eficacia para desincentivar esa voluntad incumplidora o de bloqueo

Por qué necesito un mediador=


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