ABSTRACT.

Mediation is still little known and used in Spain in the commercial sphere. Nevertheless, a global perspective allows us to deduce that mediation, as a way of solving many conflicts of companies, will be developed and also implanted among us eventually. Our arbitrators and commercial lawyers may feel apprehension at this prospect. It will undoubtedly mean changes in their professional life. And they are going to need to expand the range of solutions to be offered to clients in order to be able to find the most suitable to each conflict. Furthermore, these changes can be ultimately beneficial for them, and a way to discover a more satisfactory legal practice. This article explains this approach.

Introducción: entre el escepticismo y el recelo.

A partir de la obviedad de su escasísima utilización en España, la mediación no inspira sentimientos especialmente positivos en un sector de nuestros abogados mercantilistas y de nuestros árbitros. Algunos son escépticos sobre su potencial utilidad. Y otros pueden sentir recelo ante la expectativa sobre cómo podría llegar a afectarles. Ambas posturas son perfectamente explicables a partir de un insuficiente conocimiento de este instrumento en nuestro ámbito jurídico.

La mediación, como forma de negociación asistida por uno o unos terceros neutrales, es un producto sofisticado. No es sencillo entender que un tercero pueda intervenir para transformar el diálogo entre partes enfrentadas y hacer así fructificar su negociación. Por eso entre los escépticos a menudo oímos frases como éstas: “Eso no sirve para nada”, “No merece la pena ni intentarlo”, “Yo no sé si eso en Estados Unidos funciona, pero aquí no lo hará nunca”, “¡Si yo ya sé negociar sin necesidad de la ayuda de un tercero!” o “Con un mediador no habría conseguido más”. El prejuicio contrario a su utilidad cuenta a su favor, además, con la escasez de mediaciones reales cercanas que permitan ponerlo a prueba.

Los que, por el contrario, crean que puede ser un instrumento útil y exitoso pueden vivir esa perspectiva con temor, como una amenaza a su status profesional. Y, por eso, desear que la figura permanezca en la lejanía y la ignorancia, o que, al menos, se retrase su consolidación entre nosotros. Este temor se basa en un insuficiente conocimiento del papel de los abogados en las mediaciones mercantiles.

Este artículo es una oportunidad para explicar por qué, a nuestro juicio, ni el menosprecio ni el recelo de esos profesionales mercantilistas tienen fundamento.

El mito de su inutilidad.

Si observamos la evolución de la utilización de la mediación en el mundo, la idea de su presunta inutilidad se tambalea. Las empresas, empezando por las mayores, utilizan cada vez más la mediación cuando descubren sus ventajas sobre los medios tradicionales, como los judiciales, en el tratamiento de un amplio abanico de conflictos internos y externos.